El mundo no va a dejar de dar vueltas sobre sí mismo.

Ni por mí, ni por tí; ni conmigo pero sin tí, ni sin mí pero contigo.

Es sencillo. Nuestro «querido» planeta, tiene 4.6 billones de años. Poniéndolo en escala, si llevara 46 años existiendo, el ser humano llevaría en él…4 horas. La Revolución Industrial -mitad siglo XVIII, principios XIX-, por poner un ejemplo,habría durado 1 minuto.

Esos 4 minutos han sido tan efímeros,que en la tríada primaria-secundaria-bachillerato, todos somos capaces de conocer por encima qué hechos de impacto han sucedido desde que aterrizamos -por suerte o por desgracia-.

Superado el trauma, comprenderéis que a ninguno os van a estudiar las próximas generaciones para selectividad. Sin contar que a partir de la tercera generación (los hijos de vuestros futuros nietos), probablemente no sabrán ni como os llamabais.

Y esto lo digo por dos cosas,salchichón.

La primera, es que vivir con miedo no sirve de nada. El pensamiento es enemigo de la acción.

Ahora que hemos comprendido que no somos nada, y que a nadie vamos a perturbar eternamente,hazlo. Simplemente, hazlo. Y hazlo por tí. Eres tu único acompañante. Te van a dejar de lado, vas a ver marchitarse hasta la relación que más prometía, tus seres queridos, con el paso del tiempo, simplemente van a desaparecer. Por lo tanto…¿qué te impide hacer lo que tengas ganas de hacer? Nadie. El miedo al qué dirán. Te vuelvo a recordar que tu bisnieto no va a estudiarte junto con Aristóteles, por el negocio que abriste y tuvo menos éxito que Santa Justa Klan. Ni por aquella declaración a RogeliaMaríaBenítezDeTodosLosSantos en la que hasta Jordi Hurtado se enteró. Tranquilizate, que no vas a ser pregunta en Saber y Ganar.

La segunda, es que a pesar de acabar de llegar, hemos dado tal tortazo con la mano abierta al mundo que tenemos bajo los pies, que todavía está, y seguirá, temblando. Además, lo hemos hecho sin compasión. Y lo que es peor, muchos, desde la más absoluta ignorancia. Como ya os he dicho, estamos aquí de paso. El mundo seguirá girando egocéntricamente cuando nos extingamos -que lo haremos-,y no puedo decir que, ese día, siga inmutable. Habrá sido tan masacrado, que tardará otros miles de años en renacer. Por supuesto, también lo hará. ¿O nos creemos imprescindibles?

«Eh tío, pero que desecho interestelar te chutas«.

Veamos.

Hemos deforestado alrededor del 50% de los bosques. Así, fácilmente, porque nosotros lo valemos. En marrón podéis ver las zonas perdidas, y en verde las que aún quedan. ¿Y esto por qué?

Pues verás, esta es una respuesta compleja, a la que he tardado en llegar tras meses de estudios exhaustivos, y a la que comprendo que no todos puedan llegar a entender. Científicos pioneros del MIT de EEUU no son capaces de transcribir semejante solución. Porque les ha salido de la bolsa escrotal. De los putos cojones. Está más que demostrado, que hay bastantes energías alternativas que acabarían con la deforestación, y nos darían toda la energía que necesitamos sin necesidad de destrozar el suelo que pisamos, y el oxígeno que necesitamos. Otro día hablaré de ello. Escrito queda -en realidad, no,sería tan fácil como editarlo y eliminar la frase, así que tendréis que confiar-.

¿De dónde viene la carne? Supongo que algunos aún pensáis, que procede de un humilde granjero, con su humilde granja, y su humilde espiga entre los dientes. Y que los animales viven su idilio entre praderas verde fosforito, corriendo, brincando, y retozándose en el barro. Y todos con nombres, como copito de nieve.

Siento decepcionaros, pero nada más lejos de la realidad. Ahora se suele llevar más barras de hierro, celdas en las que no pueden ni moverse -literalmente-, y aproximadamente unos 10.000 ejemplares -si hablamos de por ejemplo, cerdos- por granja. Y ya que estamos hablando de los cerdos, quizás os interese saber que se les corta la cola tan graciosa que tienen, al igual que los dientes, nada más nacer. Para evitar el canibalismo al estar apilados unos sobre otros. Espero que ni se os haya pasado por la cabeza que utilicen anestesia para ello. Ah, los ejemplares femeninos viven toda su vida sin estirar un sólo músculo, viven por y para tener crías. No podemos olvidar que se alimentan a base de cereales transgénicos. Pero eso es otro tema. Sólo quería poneros en escena.

 También me gustaría mencionaros por encima la apasionante caza de focas en Canadá. Que no es nada fácil. Hay que tener ganas de levantarte un domingo en Saskatchewan a -20º tempranito, para ir a darles palazos a estos horribles animales que tanto daño hacen anualmente a la humanidad. Es más, los últimos datos del CMF, equiparan el número de fallecimientos anuales a los fallecidos por alergia a los cacahuetes. Pray for.

No quería acabar sin mencionaros la caza de delfines y ballenas en Japón. Taiji, concretamente. En la imagen, podemos ver como un humilde trabajador intenta por todos los medios que el criminal delfín no se abalance sobre su lanza. La llevaba porque se estaba preparando para los JJOO, no le malinterpretéis.

Aquí no se libra ni el último «animal» (seres irracionales, recuerden).

Un besito a toda la humanidad.

«De todas las criaturas existentes, el ser humano es el más detestable, es el único capaz de causar dolor por deporte aun sabiendo que es dolor» -Mark Twain